Lavanda
(Lavandula vera, Lavandula angustifolia, Lavandula officinalis)
Familia: Labiatae o Lamiaceae.
Descripción: La Lavanda es un matorral perenne y espeso de hojas plateadas, grises o verdes, y flores puntiagudas púrpura, violetas o azules. El aceite esencial se destila de las flores usando vapor.
Características: La Lavanda tiene notas altas limpias, frescas, florales y subtonos sutiles, verdes y herbáceos. Combina bien con la mayoría de los demás aceites esenciales, especialmente con los florales, cítricos y hierbas.
Principales propiedades terapéuticas: Poderoso nervino, sedante, tónico general, analgésico, antidepresivo, antiséptico, antiviral, citofiláctico (estimula la formación de células de la piel), descongestivo e hipotensivo. El Aceite Esencial de Lavanda es por mucho, el más popular, versátil y ampliamente usado de todos los aceites esenciales. Al principio, la Lavanda parece demasiado buena para ser verdad, pero su potente efecto para equilibrar y normalizar las funciones corporales y las emociones, la hacen en general un gran tónico, calmante y relajante.
Se usa eficazmente en masajes y como aceite de baño para tratar dolores y achaques. La Lavanda también es valiosa para tratar resfriados y gripe. No solo contrarresta los virus que causan la infección, sino que mitiga muchos de los síntomas. En estos casos, lo mejor es usarla en inhalaciones de vapor.
Una compresa fría o un par de gotas frotadas sobre las sienes calman el dolor de cabeza. La Lavanda repele los insectos y, si te pican, frotar una gota sobre el picotazo elimina el picor. También cura quemaduras menores con increíble rapidez y eficacia. Asimismo se puede usar en un lavado antiséptico para ayudar a curar cortes y quemaduras menores. La Lavanda se usa ampliamente para el cuidado de la piel y en perfumería, donde su fragancia fresca, delicada y floral, resulta reconfortante y familiar.
En el plano psicológico, la Lavanda alivia, equilibra, calma y ayuda con los cambios de humor, la depresión y la tensión premenstrual. Sus efectos calmantes y relajantes pueden usarse para facilitar la meditación. Sus cualidades equilibrantes pueden devolver la armonía al aura y ayudar a equilibrar los chakras.
Contraindicaciones: Evítese al comienzo del embarazo, especialmente si hay un historial de abortos.